La enseñanza y la educación en ocasiones tiene que ver bien poco con lo que se aprende en los libros.
Un refuerzo y un estímulo, ese “empujón” que todos hemos necesitado en alguna ocasión, puede marcar la diferencia.
En ocasiones se convierte en la mejor de las enseñanzas que podemos hacer o recibir.
Y sobre todo el que educa principalmente debe estar abierto para aprender del que es educado, en este oficio debes saber que es una relación bilateral.
He aquí un ejemplo:
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